domingo, 26 de febrero de 2012

Se me ha caído el mechero en el colacao, últimamente se me cae todo y he vuelto a tener sueño (que no sueños ¿dónde se recargarán?) El mechero ha muerto. Me lo regaló una compañera de la editorial hace cuatro años, una mariquita azul que se iluminaba  por todas partes, cuando te encendías un cigarro.


Que bueno tiene que ser eso de iluminarse por todas partes.


Se me ha olvidado... un poco.


Todavía sonrío. Ha sido un comienzo y final del otro, año, más parecido a unas Olimpiadas que a un calendario.


Todavía no sé donde celebraré la entrada del 2012, si es que tiene entrada. Nunca me gustaron las sorpresas, porque no sabes, porque no puedes planificarte, puta manía de querer controlar todo y eso es lo más gracioso, porque echando la vista atrás puedo ver perfectísimamente que pocas veces controlé (gracias a Dios). Creo que esa es justamente la razón por la que todavía sonrío...


¿Alguien tiene un mechero?


1 comentario:

  1. Empezamos a desperezarnos y a salir del letargo de este invierno tan frio, deseos de volver a soñar y abrirse a lo que venga sin planificar. Y sonreir, menos mal que no hemos perdido la capacidad. Abrazo contento de saberte bien y sonriente :)).

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