sábado, 5 de noviembre de 2011

Hace un año

No puedo dormir. Pensaba en sí,
serías feliz...

Te leo...  siempre a veces.
Tus palabras cayendo
como
            grano,
  en
      manos
abiertas
     hacia
  el
    cielo,
en
  los
    días
más
    grises...

Pensaba en escribirte y preguntártelo.
No lo he hecho. No lo voy a hacer.
Por que sé que no eres feliz,
como tampoco lo soy yo.
Una pena
extraña
que riéramos tanto juntos
de
verdad.

Por que la felicidad es un pájaro ciego cuando transcurre, y desagradecidos los elegidos, con los ojos siempre demasiado llenos de luz,
como para creer que sea cierto...


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